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NEUROALIMENTACIÓN

Una mente bien nutrida es poderosa

Por Lic. Angélica Braun

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Todo éxito o fracaso surge de la consecuencia una acción, y todas las acciones surgen a partir de la toma previa de decisiones. En este sentido, las probabilidades de tomar una buena decisión están directamente relacionadas con el conocimiento que uno tenga sobre la situación que analiza.

 

Por lo general, muchas experiencias de fracasos llevan a una persona a un estado emocional de apatía. En estos casos, la habilidad para tomar decisiones correctas es muy valiosa, porque reuniendo el conocimiento, la información necesaria, la acción y los resultados, es posible potenciar el propósito o la intención que se guarda.

 

La mente es poderosa y es capaz de forzar una intención dejando a más de un supuesto “imposible” en el tintero. Aun así, para que la mente esté sana, es necesario nutrirla correctamente y alimentarse bien.  Con el cuerpo pasa lo mismo. El cuerpo pide solamente carbohidratos refinados, azucares, chocolate, pan, helados y galletitas para generar energía. Puede, sin embargo, que el exceso de carbohidratos genere una adicción que cause un estado de acidez en el cuerpo y que reduzca el metabolismo.

 

Los alimentos y las emociones van de la mano

 

Los carbohidratos refinados en exceso tienen un efecto devastador en el estado de ánimo y las emociones. Causan sueño, cansancio, desgano, sobrepeso, obesidad y diabetes, depresión emocional, insomnio, falta de concentración, trastornos digestivos y visión borrosa. Consumen las reservas corporales de vitaminas y minerales.  La glucosa en si no es tóxica, siempre que se consiga mantener estables los niveles en sangre.  Por eso, es importante mantener una nutrición equilibrada, alejada de excesos que puedan condicionar nuestras emociones.

 

Los ácidos grasos omega son también muy importantes para la salud mental. Su disminución puede conducir a la depresión, fallas en el aprendizaje, problemas de conducta y trastornos por falta de atención.

 

Las proteínas también son esenciales como neurotransmisores. La serotonina mejora el estado de ánimo. La adrenalina y dopanima hacen frente al estrés. La melatonina mantiene sincronizado el ánimo con el día y la noche. El estado emocional, y el alerta mental se podrían ver afectados por los neurotransmisores compuestos principalmente por proteínas. Sin ellas, es probable que las personas se sientan desmotivadas y cansadas.

 

Las vitaminas del complejo B y vitamina C son importantes en los procesos hormonales, en la memoria, concentración, depresión, irritabilidad e insomnio. Entre los minerales, el calcio y el magnesio son los tranquilizantes naturales del cerebro.

 

 

Mente sana en cuerpo sano

 

No hay que olvidar que el cuerpo está vivo y que por esta razón tiene la capacidad de aprender y adaptarse tratando de sobrevivir en el medioambiente que le toca habitar. Se adapta a pesar de sentir hambre, sed, o dormir poco. El cuerpo no piensa, no decide, ni crea emociones. Es la mente la que guarda y procesa pensamientos, decisiones y emociones. No cometa el error de mandar un mensaje equivocado o tomar una decisión errónea nutriéndolo con escasos alimentos y de mala calidad. Sepa que con el conocimiento y una correcta alimentación, usted puede tomar buenas decisiones y actuar en consecuencia.

 

 

 

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